Los animales de compañía no convencionales, también llamados mascotas exóticas, se han consolidado como alternativa a perros y gatos en muchos hogares. Entre las especies más comunes figuran roedores y lagomorfos (hámsters, ratas y conejos) y aves (pericos australianos, canarios, faisanes y pavos reales).
Su tenencia implica responsabilidades particulares, pues varios de estos animales necesitan alimentos especializados, condiciones ambientales controladas y estructuras de alojamiento complejas.
Al respecto habló Rodrigo Forero Carrillo, director del Programa de Medicina Veterinaria de UNIAGRARIA, quien precisó que estos animales requieren atención médica profesional y cuidados adaptados para prevenir problemas de salud y riesgos para las personas que conviven con ellos.
Riesgos y cuidados esenciales de las mascotas exóticas
El manejo inadecuado es la causa principal de ingresos de estas especies a clínicas y hospitales veterinarios. Los cuidados esenciales incluyen mantener rangos adecuados de temperatura y humedad, suministrar dietas con los suplementos nutritivos que cada especie demanda, ofrecer enriquecimiento ambiental y disponer de un mobiliario e infraestructuras acordes a sus necesidades conductuales. También es crucial considerar la estructura social de la especie: algunos animales viven en grupo y otros son esencialmente solitarios.
Rodrigo Forero Carrillo, director del Programa de Medicina Veterinaria de UNIAGRARIA, explicó que “la mayoría de ingresos de estas mascotas a clínicas y hospitales se debe a malas prácticas de cuidado y manejo por parte de sus propietarios”.
La falta de manejo adecuado no solo genera enfermedades en los animales, sino que también puede implicar riesgos para la salud humana, como la transmisión de zoonosis, y provocar heridas por mordeduras o ataques en casos de estrés o manejo inapropiado.
En la práctica, la tenencia responsable de mascotas exóticas exige pasos concretos: asesoría veterinaria previa a la adopción, protocolos de cuidado que incluyan control de temperatura y humedad, dietas con suplementos específicos, estructuras habitacionales adecuadas y planes de enriquecimiento ambiental.